miércoles, 22 de mayo de 2013

4 Festival Al Este De Lima: Especial de Zbigniew Rybczynski (Sección Experimental)

A partir de hoy el Festival Al Este de Lima realiza una breve retrospectiva sobre la filmografía de Zbigniew Rybczynski, cineasta de origen polaco. Aquí un análisis de los cortos que formarán parte de las proyecciones.

En Sopa (1975), a través de la técnica del stop-motion, combinando los gráficos de animación con dibujos, pintura y fotografía, Zbigniew Rybczynski realiza su primer corto experimental inclinado a un discurso existencial y de un idioma profundamente hermético. Es el boceto de una convivencia en una pareja moderna, aquella que está sumergida a una rutina fría y mecánica, esto a pesar que dentro de la trama se conciben temas alternos sensibles como el amor o el erotismo. Todo esto se intercala mediante escenas triviales, acciones sin más significado que el de componer un contexto alineado a los rituales sociales que parecen haber perdido su significado. El matrimonio, un consecuente que simboliza la perpetuidad del amor en una pareja, no es más que la antesala a una tragedia moderna.
De similar forma, La cuarta dimensión (1984) manifiesta dicha reflexión, una que también cita la relación entre el hombre y la mujer, mas en una temporalidad más amplia. Rybczynski divide lo que sería la etapa génesis de dos personajes, hombre y mujer, representando a Adán y Eva, y su paso hasta la modernidad. Es la simulación de dos seres que en inicio fueron desnudos para luego ser ellos y sus fantasías creadas, aquello que los ha vestido, que los ha banalizado, eso que un día germinó y ha revitalizado. Así como los cuerpos van cambiando, tomando nuevos trajes o asumiendo distintas posturas, el contexto en paralelo se mimetiza en fin de complementar al individuo. Lo mismo ocurre con el fondo musical, a inicios rudimentario, pero luego más sofisticado. Tal como ocurrió en Sopa, la pareja de La cuarta dimensión luego de mostrar, cada uno por su lado, su proceso de evolución, ambos se encuentran, dándose así entrada a las etapas del amor que finaliza con la unión sexual.

Rybczynski, a diferencia de su corto temprano, aquí evoca de manera literal la conexión que existe entre el espacio, el objeto y el tiempo. El hombre y la mujer, así como los objetos tangibles, están atrapados en un movimiento tornasolado, combinándose con el espacio. El cuerpo para Rybczynski es puramente molecular, es decir, maleable en el espacio, por lo tanto, también en el tiempo. Ya antes esta idea lo habría adoptado en el que sería su corto más conocido, Tango (1981), donde en un área limitada, una serie de personajes realizan una y otra vez mismas acciones. Es la convivencia de una variedad de comportamientos en un mismo espacio y determinados en un mismo lapso de tiempo. Lo mismo ocurre en su corto Nuevo libro (1976) –este no incluido dentro del ciclo– donde la pantalla está dividida por nueve visores relacionados entre sí, siendo uno la continuidad del otro, solo que visto desde una perspectiva o plano distinto. Dentro de cada uno ocurren sucesos triviales, pero que Rybczynski otorga significado a través de diferentes encuadres y la manipulación del tiempo (uso de la cámara lenta). Nuevamente la convergencia entre el espacio, el objeto y el tiempo.
La orquesta (1990), podría decirse, es –dentro de la muestra seleccionada– el proyecto menos abstracto en la fílmica de Rybczynski. Aunque de una misma línea experimental, este mediometraje es una especie de dramatización de una selección de piezas clásicas. Es pues la performatividad funesta de la “Marcha fúnebre” de Chopin o el relato violento y oscuro que emerge el “Adagio de Albinoni”. El director, asimismo, juega con una serie de coreografías que se dinamizan en relación a los tempos. Así como en sus anteriores trabajos, Rybczynski nuevamente descompone el tiempo, multiplica los objetos y altera el espacio. Esto, en efecto, colabora al dramatismo musical, como simulando la proyección de cada toque de tecla, cuerda o aire que se desvanece y es a continuación sucedido por otro. La orquesta es lo mejor de este director de origen polaco, pionero de la tecnología en alta definición (HDTV) y creador de una serie de videos musicales, entre el resalta Imagine de John Lennon, que para su tiempo fue ganador de un premio en el Festival de Cannes.

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