martes, 31 de diciembre de 2024

Mis favoritas del 2024

Sin mucho preámbulo porque el tiempo no me lo ha concebido en esta ocasión, esta es mi lista de lo más emocionante y estimulante que he podido ver en este año. Retomo la idea de separar lo visto en cartelera. En este 2024, he reconocido varias películas que están a la línea de mis intereses. Casi diez, considero mucho a estas alturas en que la oferta del streaming es amplia y diversa. Noto también que tópicos de siempre siguen encontrando las formas de poder contar lo mismo, aunque de distinta forma. El holocausto o los asesinos seriales han fracturado convenciones. Corto quedó mi lista de Películas vistas por primera vez no porque haya faltado la oferta, sino porque la fortuna quiso que no me cruzara con varias películas que quedaron grabadas en mi memoria. Menciono mis gustos según el orden en que las fui viendo.

Cartelera

Zona de interés (Jonathan Glazer, 2023)


El hombre de los sueños (Kristoffer Borgli, 2023)

Amor, mentiras y sangre (Rose Glass, 2024)


Inmaculada (Michael Mohan, 2024)


La trampa (M. Night Shyamalan, 2024): Aquí los detalles son los que perturban. A considerar esta película como un retrato exigente que modela a un asesino serial promedio. Shyamalan piensa mucho en el “qué haría si estuviese en esa situación”. Entonces aflora un mente inteligente y calculadora. Es casi un reto a la intelectualidad que refiere a la psicología humana. En tanto, el protagonista siempre está un paso adelante. Se adapta rápidamente a los imprevistos. Lo que parecía una trampa monumental, resulta ser un desafío a este individuo que, al igual que varios de los personajes de Shyamalan, es un ser fragmentado. Eso es el otro punto genial de esta historia, que dialoga a la perfección con el universo del director, un obseso con los antecedentes y secuelas de sus frágiles antihéroes.


Cómplices del engaño (Richard Linklater, 2023)


El sabor de la vida (Tran Anh Hung, 2023)


De noche con el diablo (Cameron Cairnes y Colin Cairnes, 2023)


Asesino serial (J. T. Mollner, 2024): Narrativa y discursivamente tramposa. Mollner no solo desea jugar con nuestras expectativas al contar su historia en desorden como si fuera un “reto Nolan”, sino que además remarca qué tan peligroso es dejar de hacer caso a nuestro instinto, culpa de la obediencia hacia los viejos y nuevos estereotipos. Es a propósito de la personificación de la protagonista que vemos el descarte de toda una tradición construida por el cine de terror. Asimismo, observamos también cómo es que las políticas de la igualdad son inviables en escenarios como el representado. En cierta perspectiva, esta fábula resulta ser una guía de sobrevivencia en un mundo tan divergente, en donde los prejuicios no hacen más que confundirte y arrastrarte a la sepultura.


Festivales y muestras

Dahomey (Mati Diop, 2024): Es consecuencia de una devolución patrimonial que se genera todo un debate. Por un lado, es apasionante qué tanto ha avanzado el razonamiento y la conciencia humana. Por otro lado, es desalentador cómo es que ese desarrolla a provocado tantas brechas, divisiones, cada una orientada a un enfoque o perspectiva específica. Mientras tanto, un ánima (y esto es entendible) se siente extraviada, no bienvenida, ajena. Reconoce y a la vez no ese vínculo a su tierra natural. Es como una segunda colonización. Cuál será el futuro de este inmigrante es capaz menos importante que preguntar qué significa este para una nación multidisciplinaria. De pronto, el occidentalismo parece seguir triunfando desde las esferas del academicismo.


VOD

Juror #2 (Clint Eastwood, 2024): Este es un Eastwood digno de ser revisado. El diálogo entre lo tradicional y lo contemporáneo está presente de inicio a fin esta historia que evoca el conflicto clásico del “falso culpable” y entre las sombras alguien poseído por un debate moral, todo ello aconteciendo en un mundo con correcciones políticas que estigmatizan y han perdido la fe en conceptos como la reivindicación o la inmolación. Este mismo protagonista en una película de Hollywood de los 30 o 40 hubiera actuado de una manera muy distinta al final. Hay un razonamiento cínico en el personaje de Hoult, asediado de planos clásicos que delatan su culpa, pero que poco a poco se van opacando y van confundiéndose, por ejemplo, con los cínicos, presumidos, aunque muy inteligentes personajes de Woody Allen. El tipo quiere asegurarse de salir libre de culpa, y si para eso hay segregar a un “mayor peor”, pues vale en una nación hipócrita.


Alternativa

Chime (Kiyoshi Kurosawa, 2024): Lo contemporáneo siempre ha sido representado como una tragedia en el cine japonés. En ese sentido, Kurosawa se imagina una realidad en donde personas reaccionan, sus cuerpos, mentes o hasta su inmunidad biológica se revela. Por qué no interpretar esto con lo pandémico, el estado de histeria. ¿Y si el virus no era más que un acto de defensa frente a tanta intrascendencia moderna? Me inquieta razonar esta película de esa manera. No es gratuito que un educador apasionado, aunque irresuelto y reprimido, sea uno de los contagiados en esta historia que no se preocupa en crear curas o actos que ajusticien o enderecen a ese civil promedio. Esto descubre un panorama terriblemente negligente.


Lastres hijas (Azazel Jacobs, 2023)


Mads (David Moreau, 2024): Pienso en George A. Romero y Gaspar Noé cuando veo a sujetos “limpiando” con trajes blancos y el tour de forcé por el que transitan los personajes. Es como una maratón. Se van pasando la posta y la carrera hacia la locura y la degradación humana se reinicia. A vista general, podría ser algo cíclico, sin embargo, a la dirección se le ocurren cosas que te invitan a no desengancharte con esa travesía. Yo lo veo como un paseo por calles y rutas con un anfitrión que te entretiene en el camino al ser víctima de la “improvisación”. Pero, insisto, aquí Moreau se las ingenia para calcular desde la caída del sol o el tránsito tal vehículo o persona que va por ruta contraria. Es seguro que este plano secuencia tiene varias costuras. Me va. Esta es una película por el que vale la pena tragarse su ficción.


Witches (Elizabeth Sankey, 2024): Pienso en Nightbitch y su sátira que hasta antes de la mitad se desgasta. La idea es buena, pero suena como una máquina de quejas y autocompasión; eso sí, bien ganada. Y del otro lado del río, el documental de Sankey plantea mismos miedos y configuraciones sociales, además de otros problemas, solo que apropiándose de un tema de por sí fetiche para muchos. La brujería, la fascinación por este tema, como excusa para crear un testimonio maternal que se conecta con el de otras. Se sirve de lo mitológico, lo histórico, lo personal y lo colectivo para desmitificar la idea de que ser madre es puro romanticismo o el percibirlo como algo bendito tenga que ser una regla general. Aparecen temas como desigualdad de género, negligencias clínicas, padecimientos mentales, la comunidad, el ajusticiamiento social. Es el drama que vivieron las brujas de ayer y lo viven algunas brujas del hoy.


10 vistos por primera vez

American Pop (Ralph Bakshi, 1981): panorama cultural al Estado Unidos moderno desde la música. Una experiencia alucinatoria animada.


Daisy Miller (Peter Bogdanovich, 1974): falso screwball comedy en un relato de época que cuestiona la cucufatería aristocrática estadounidense.


Shiinomi Gakuen (Hiroshi Shimizu, 1955): inspirador retrato de una escuela de discapacitados en Japón. De pensamiento didáctico, instructivo y social.


Buddies (Arthur J. Bressan Jr., 1985): el SIDA y sus secuelas expresados y debatidos desde el lecho de un moribundo.


Nijushi no hitomi (Keisuke Kinoshita, 1954): hermosa épica que hace oda a la educación comprometida en una Japón en transición.


Novecento (Bernardo Bertolucci, 1976): de la explotación al fascismo; las angustias del proletario en la Italia moderna.


Rapiña (Carlos Enrique Taboada, 1975): la codicia y la ignorancia como móviles de una estirpe condenada en la periferia.


Pieces of April (Peter Hedges, 2003): un milagro de Día de acción de gracias. Road movie y Katie Holmes cocinando esperanzas.


Dinner With Friends (Norman Jewison, 2001): crisis matrimoniales y otros desengaños en un festín de debates morales y existenciales muy “francés”.


L’homme qui aimait les femmes (François Truffaut, 1977): el yo, el (alter)ego y una respuesta al origen de un “Don Juan”.