Cartelera
Zona de interés (Jonathan Glazer, 2023)
El hombre de los sueños (Kristoffer Borgli, 2023)
Amor, mentiras y sangre (Rose Glass, 2024)
Inmaculada (Michael Mohan, 2024)
La trampa (M. Night Shyamalan, 2024): Aquí los
detalles son los que perturban. A considerar esta película como un retrato
exigente que modela a un asesino serial promedio. Shyamalan piensa mucho en el
“qué haría si estuviese en esa situación”. Entonces aflora un mente inteligente
y calculadora. Es casi un reto a la intelectualidad que refiere a la psicología
humana. En tanto, el protagonista siempre está un paso adelante. Se adapta
rápidamente a los imprevistos. Lo que parecía una trampa monumental, resulta
ser un desafío a este individuo que, al igual que varios de los personajes de
Shyamalan, es un ser fragmentado. Eso es el otro punto genial de esta historia,
que dialoga a la perfección con el universo del director, un obseso con los
antecedentes y secuelas de sus frágiles antihéroes.
Cómplices del engaño (Richard Linklater, 2023)
El sabor de la vida (Tran Anh Hung, 2023)
De noche con el diablo (Cameron Cairnes y Colin
Cairnes, 2023)
Asesino serial (J. T. Mollner, 2024): Narrativa y
discursivamente tramposa. Mollner no solo desea jugar con nuestras expectativas
al contar su historia en desorden como si fuera un “reto Nolan”, sino que
además remarca qué tan peligroso es dejar de hacer caso a nuestro instinto, culpa
de la obediencia hacia los viejos y nuevos estereotipos. Es a propósito de la
personificación de la protagonista que vemos el descarte de toda una tradición
construida por el cine de terror. Asimismo, observamos también cómo es que las
políticas de la igualdad son inviables en escenarios como el representado. En
cierta perspectiva, esta fábula resulta ser una guía de sobrevivencia en un
mundo tan divergente, en donde los prejuicios no hacen más que confundirte y arrastrarte
a la sepultura.
Festivales y muestras
Dahomey (Mati Diop, 2024): Es consecuencia de una
devolución patrimonial que se genera todo un debate. Por un lado, es
apasionante qué tanto ha avanzado el razonamiento y la conciencia humana. Por
otro lado, es desalentador cómo es que ese desarrolla a provocado tantas
brechas, divisiones, cada una orientada a un enfoque o perspectiva específica.
Mientras tanto, un ánima (y esto es entendible) se siente extraviada, no
bienvenida, ajena. Reconoce y a la vez no ese vínculo a su tierra natural. Es
como una segunda colonización. Cuál será el futuro de este inmigrante es capaz
menos importante que preguntar qué significa este para una nación
multidisciplinaria. De pronto, el occidentalismo parece seguir triunfando desde
las esferas del academicismo.
VOD
Juror #2 (Clint Eastwood, 2024): Este es un
Eastwood digno de ser revisado. El diálogo entre lo tradicional y lo
contemporáneo está presente de inicio a fin esta historia que evoca el
conflicto clásico del “falso culpable” y entre las sombras alguien poseído por
un debate moral, todo ello aconteciendo en un mundo con correcciones políticas
que estigmatizan y han perdido la fe en conceptos como la reivindicación o la
inmolación. Este mismo protagonista en una película de Hollywood de los 30 o 40
hubiera actuado de una manera muy distinta al final. Hay un razonamiento cínico
en el personaje de Hoult, asediado de planos clásicos que delatan su culpa,
pero que poco a poco se van opacando y van confundiéndose, por ejemplo, con los
cínicos, presumidos, aunque muy inteligentes personajes de Woody Allen. El tipo
quiere asegurarse de salir libre de culpa, y si para eso hay segregar a un
“mayor peor”, pues vale en una nación hipócrita.
Alternativa
Chime
(Kiyoshi Kurosawa, 2024): Lo contemporáneo siempre ha sido representado como
una tragedia en el cine japonés. En ese sentido, Kurosawa se imagina una
realidad en donde personas reaccionan, sus cuerpos, mentes o hasta su inmunidad
biológica se revela. Por qué no interpretar esto con lo pandémico, el estado de
histeria. ¿Y si el virus no era más que un acto de defensa frente a tanta intrascendencia
moderna? Me inquieta razonar esta película de esa manera. No es gratuito que un
educador apasionado, aunque irresuelto y reprimido, sea uno de los contagiados
en esta historia que no se preocupa en crear curas o actos que ajusticien o
enderecen a ese civil promedio. Esto descubre un panorama terriblemente
negligente.
Lastres hijas (Azazel Jacobs, 2023)
Mads
(David Moreau, 2024): Pienso en George A. Romero y Gaspar Noé cuando veo a
sujetos “limpiando” con trajes blancos y el tour de forcé por el que
transitan los personajes. Es como una maratón. Se van pasando la posta y la
carrera hacia la locura y la degradación humana se reinicia. A vista general,
podría ser algo cíclico, sin embargo, a la dirección se le ocurren cosas que te
invitan a no desengancharte con esa travesía. Yo lo veo como un paseo por
calles y rutas con un anfitrión que te entretiene en el camino al ser víctima
de la “improvisación”. Pero, insisto, aquí Moreau se las ingenia para calcular
desde la caída del sol o el tránsito tal vehículo o persona que va por ruta
contraria. Es seguro que este plano secuencia tiene varias costuras. Me va.
Esta es una película por el que vale la pena tragarse su ficción.
Witches
(Elizabeth Sankey, 2024): Pienso en Nightbitch y su sátira que hasta
antes de la mitad se desgasta. La idea es buena, pero suena como una máquina de
quejas y autocompasión; eso sí, bien ganada. Y del otro lado del río, el
documental de Sankey plantea mismos miedos y configuraciones sociales, además
de otros problemas, solo que apropiándose de un tema de por sí fetiche para
muchos. La brujería, la fascinación por este tema, como excusa para crear un
testimonio maternal que se conecta con el de otras. Se sirve de lo mitológico,
lo histórico, lo personal y lo colectivo para desmitificar la idea de que ser
madre es puro romanticismo o el percibirlo como algo bendito tenga que ser una
regla general. Aparecen temas como desigualdad de género, negligencias
clínicas, padecimientos mentales, la comunidad, el ajusticiamiento social. Es
el drama que vivieron las brujas de ayer y lo viven algunas brujas del hoy.
10 vistos
por primera vez
American
Pop (Ralph Bakshi, 1981): panorama cultural al Estado Unidos moderno desde la
música. Una experiencia alucinatoria animada.
Daisy
Miller (Peter Bogdanovich, 1974): falso screwball comedy en un relato de época
que cuestiona la cucufatería aristocrática estadounidense.
Shiinomi
Gakuen (Hiroshi Shimizu, 1955): inspirador retrato de una escuela de
discapacitados en Japón. De pensamiento didáctico, instructivo y social.
Buddies
(Arthur J. Bressan Jr., 1985): el SIDA y sus secuelas expresados y debatidos
desde el lecho de un moribundo.
Nijushi
no hitomi (Keisuke Kinoshita, 1954): hermosa épica que hace oda a la educación
comprometida en una Japón en transición.
Novecento
(Bernardo Bertolucci, 1976): de la explotación al fascismo; las angustias del
proletario en la Italia moderna.
Rapiña
(Carlos Enrique Taboada, 1975): la codicia y la ignorancia como móviles de una
estirpe condenada en la periferia.
Pieces
of April (Peter Hedges, 2003): un milagro de Día de acción de gracias. Road
movie y Katie Holmes cocinando esperanzas.
Dinner
With Friends (Norman Jewison, 2001): crisis matrimoniales y otros desengaños en
un festín de debates morales y existenciales muy “francés”.
L’homme
qui aimait les femmes (François Truffaut, 1977): el yo, el (alter)ego y
una respuesta al origen de un “Don Juan”.