Mientras que M. Night Shyamalan crea un equilibrio entre el suspenso y el drama, Jordan Peele lo hace entre el suspenso y una cuota social. Nop (2022), a primera vista, tiene la intención de establecer una nueva lección social que revalorizará a una comunidad, aunque no exclusivamente la afroamericana. Los hermanos de un rancho en California no solo son los herederos de un negocio de caballos que son usados para películas de Hollywood. Ellos son también descendientes de pioneros del cine. Más allá de ser una tarjeta de presentación, la idea de que el bisabuelo haya sido el jinete del primer fotograma que se convertiría en un antecedente material del cine implica se está revalorando a un oficio o intervención no perceptible en los créditos de las tantas películas, por ejemplo, western que precisaron de la buena crianza ejecutada por el linaje de los dos protagonistas de este filme de terror. Es decir; estamos tratando con un acto de visibilizar a una tradición laboral y de paso empoderar el vínculo afroamericano. Peele hace visible a los invisibles, los pone en primer plano, los convierte en protagonistas y los hace héroes de su propia ficción. Es ahí en donde ingresa el suspenso que luego transitará al terror. Esa es la historia sobre avistamientos de OVNIS, la cual goza de un preámbulo estratégico para provocar la expectativa ante la situación, tal como lo había hecho en su momento Shyamalan en Signs (2002).
viernes, 26 de agosto de 2022
Nop
lunes, 22 de agosto de 2022
Mi país imaginario
Hace unas semanas Mi país imaginario, el más reciente documental de Patricio Guzmán tuvo su estreno en salas comerciales chilenas. A partir del 23 de setiembre, iniciará funciones en EEUU.
Varias décadas después, La batalla de Chile (1975 – 1979) resulta más vigente que nunca. Patricio Guzmán sale nuevamente a la ciudad de Santiago de Chile motivado por el fulgor de una nación desencantada con sus gobernantes de turno. Chile ha tomado la calle y ha reanudado una revolución. Ante la vista de los locales y ajenos, esta expresa una paradoja motivacional similar a la de otras revoluciones populares. Por un lado, se percibe un estado de frustración colectivo, en este caso, provocado por la vulneración de la democracia y en demanda de la desigualdad de derechos. Por otro lado, soslaya el brillo optimista de una sociedad unida y orgánica. Es un escenario duro, pero que no deja de ser un cuadro conmovedor. El título de Mi país imaginario (2022), último documental del experimentado Guzmán, sería una síntesis de esa contrariedad de emociones. La plaza pública del país sudamericano manifiesta un panorama trágico producto de las reyertas entre compatriotas, aunque también es escenario de instantes de confraternidad. Es increíble cómo un mismo espacio se convierte en testigo de una guerra y a la vez de los pronunciamientos pacíficos mediante arengas o el activismo simbólico. Lo que un día fue la Plaza Baquedano en honor al patriota chileno, hoy se conoce como Plaza Dignidad por el noventa por ciento de chilenos que desde el 2019 reconocieron esa explanada como fuerte de resistencia para la construcción de lo que parecía una utopía.
miércoles, 17 de agosto de 2022
6 MUTA: Train Again (Proyección Especial)
El día de hoy inicia una nueva edición de MUTA Festival Internacional de Apropiación Audiovisual. Podrá verse presencial y online su programación. No perderse Train Again, de Peter Tscherkassky, que se programa para el día sábado en el Centro Cultural de la PUCP.
En una entrevista a la Sight and Sound, Víctor Erice decía: “Cuando acabo una película, ya no es mía nunca más, pertenece a la gente”. En Train Again (2021), Peter Tscherkassky toma las palabras del director español y se apropia de El espíritu de la colmena (1973), además de otras películas, con el fin de capturar y jugar con un motivo recurrente a lo largo de la historia del cine: el tren. Aquí vemos a la máquina ir y venir, cambia de forma y rumbo, transita en los rieles y a la vista de un grupo de infantes espectadores, se detiene, se descarrilla, explota o algo parecido fruto de la percepción. El vehículo aquí es presa de la experiencia visual y además temporal, esta última por partida doble. Por un lado, el tren “corre” durante determinado tiempo según la pauta y velocidad del montaje. Por otro lado, el tren viaja por el tiempo. Transita del cine español durante la última etapa franquista a la época de los hermanos Lumiere, y sigue su ruta hasta la era digital de The Lone Ranger (2013) hasta la pionera The Great Train Robbery (1903). Estas dos son western, aunque correspondientes a un periodo distinto y distante de la otra. El trabajo de Tscherkassky es como una máquina del tiempo en donde un tren navega a la velocidad del corte de la edición y reconoce las evoluciones y cambios del cine, tanto argumental como tecnológicamente. Lo cierto es que todo ello se amalgama, se sincroniza. Se diluyen las costuras provocadas por la diversidad de conflictos, historias, escenarios, trenes y tiempos, y se gesta una unidad independiente.
martes, 9 de agosto de 2022
26 Festival de Lima: A Chiara (Aclamadas)
Cierre de la trilogía de relatos situados en las inmediaciones de Calabria. Con su reciente entrega, Jonas Carpignano no solo reafirma su intención de crear historias sobre personajes relacionándose a fuerza, o por costumbre, con una criminalidad que supura dentro de esa región ubicada al sur de Italia, sino que además deja en claro que la trascendencia de este mundo delictivo responde a una escala de bloques que independientemente están en continua renovación. En Mediterranea (2015), una comunidad africana migrante es presa de una red de corrupción producto de la necesidad de sobrevivir. En A Ciambra (2017), una barriada ocupada por una comunidad gitana es foco de la delincuencia. En tanto, en A Chiara (2021), una familia de clase media se ve vinculada con una red de negocio turbio. En los tres casos, sus respectivos protagonistas están expuestos a un sistema corrupto normalizado que siempre está gestando nuevos adeptos. En ese sentido, vemos el trayecto de personas cándidas aprendiendo de las malas costumbres y desaprendiendo sus valores humanos. Carpignano propone que el entorno y las circunstancias, hasta cierto punto, ponen a sus personajes en medio de una encrucijada a la que habitualmente los persuade a derivarse a la ruta lucrativa, aunque nociva.
domingo, 7 de agosto de 2022
26 Festival de Lima: Tiempos futuros (Competencia Ficción)
En un futuro distópico, un hombre y su hijo demandan tiempo e ingenio para crear una máquina capaz de fabricar lluvia. La razón de este emprendimiento va más allá de un acto de querer revertir los colapsos de la naturaleza. El concretar el invento resulta ser algo simbólico y hasta personal para el padre. Algo de reconfortante o reparador hay en el acto de ver caer agua sobre una Lima que casi siempre la vemos funcionando en la oscuridad. Tiempos futuros (2022), de Víctor Manuel Checa, como varias de las películas sci-fi, asisten a dicho género para crear una metáfora o alegoría de una realidad fracturada. En esta historia, Teo (Lorenzo Molina) sortea sus noches entre ayudar a su padre en un invento que no comprende o trabajar para un grupo de adolescentes que siembran dispositivos en las casas. Aquí el conflicto no es el muchacho siendo parte de una operación delictiva, sino el distanciamiento imperceptible hacia su padre.
26 Festival de Lima: Carajita (Competencia Ficción)
Un fatídico incidente será causante del descubrimiento de una brecha social. Sara (Cecile van Welie) es la hija menor de una familia adinerada en República Dominicana. Su encuentro con la primogénita de su empleada será el punto de inflexión para la buena, aunque idílica, relación entre la niña de la casa y su niñera. Los directores Ulises Porra y Silvina Schnicer nos presentan una historia con un conflicto que se va acrecentando a causa de las debilidades y prejuicios de sendos bandos. Por un lado, se revela un acto impune; por otro, un acto que condena movido por el resentimiento social. Es decir; el problema no es tanto el delito, sino las reacciones posteriores al delito, todas estas orientadas por los privilegios o desventajas de las correspondientes.
sábado, 6 de agosto de 2022
26 Festival de Lima: Viaje (Hecho en el Perú)
El principio de la película de José Fernández del Río me recuerda a El ordenador (2012), de Omar Forero. Un hombre recibe una noticia desesperanzadora en un servicio de salud y su reacción será letárgica. Lo cierto es que su posterior trayecto no reconocerá un estímulo a ese letargo, algo que sí acontece en el filme de Forero. Sucede que la comunidad hacia dónde se dirige Gabriel (Marco Antonio Miranda) no le es indiferente a los viajantes. Entonces, es a propósito de ese encuentro entre un “zombie” y una serie de personajes que brillan por su empatía campechana que Viaje (2022) pareciese encaminarse a una típica trama sobre un moribundo que volverá a la vida gracias a las relaciones que establecerá con los habitantes de ese lugar que pretendía ser escenario de su consumación. Nada de eso. Lo que veremos aquí es una deriva ligeramente extraña dado que va liberándose de los objetivos de su protagonista —si es que en algún momento tuvo alguno—. Es decir; es una ruta incierta la que se reconoce. De pronto, este condenado a muerte va reconociendo razones para despistar ese gran conflicto que a principio lo devoraba internamente —otra vez, si es que en algún momento eso le preocupó—.
26 Festival de Lima: El nacional (Competencia Documental)
Dos divergencias se definen en este documental. El nacional (2022) inicia con un antiguo metraje que hace alusión a la importancia histórica del Colegio Nacional de Buenos Aires. Se dice que de esa institución desfilaron importantes forjadores de la nación. Lo que sigue es un registro del presente, una mirada a una comunidad mixta que enarbola pañuelos verdes y reza los códigos del feminismo con una tendencia de izquierda. Ya de aquí es más que notorio ese gran contraste entre un antes y un después. Frente a ese panorama, el director Alejandro Hartmann cumple el rol de un cronista. La institución está a puertas de anunciar un nuevo rector. A propósito, la comunidad estudiantil hace sentir sus demandas. Estamos ante un estado de efervescencia política que recordaría al mayo del 68 en Francia. Lo curioso y a su vez lo estimulante es que aquí estamos tratando con niños y adolescentes. Este detalle, sin embargo, no parece descubrir desventaja alguna. Aquí los menores presentan un perfil prodigioso y nada improvisado. Estamos ante una generación reflexiva y además autosuficiente. La independencia de pensamiento y acción es casi un reflejo natural para los jóvenes que, así como sus antecesores, tienen toda la intención de crear un impacto en la nación, claro que bajo enfoques y dinámicas distintas a los razonamientos tradicionales.
viernes, 5 de agosto de 2022
26 Festival de Lima: Memoria (Aclamadas)
Una historia que puede ser interpretada como el efecto posterior a una epifanía, así como también el trayecto de un estado de sueño. No es gratuito que la película inicie con la protagonista siendo víctima de un brusco despertar a causa de un estrepitoso sonido. El cine nos ha enseñado que el despertar o la percepción de eso que el resto no percibe siempre está coronado por un efecto perturbador. El distinguir esa realidad imperceptible implica un estado doloroso, casi traumático. Ahí está Neo y su dramático despertar entre cables que perforan su cuerpo y embarrado de una materia acuosa. El observar que toda esa realidad que creía real era mentira, es una revelación atroz, aunque necesaria. La realidad entonces interpretada como la introducción a una pesadilla. El saber o conocer es a veces una experiencia tortuosa. Se podría decir que Jessica (Tilda Swinton) acaba de despertar de la matrix, solo que aquí la realidad no se expresa como un escenario steampunk. Aquí lo real no ha cambiado salvo por las emisiones sonoras y recuerdos ajenos que capta a su paso la protagonista. Memoria (2021) es un seguimiento a la filosofía de Apichatpong Weerasethakul. En una reciente visita a Lima, el director tailandés mencionaba que el sueño es como el cine en un estado idílico. En el sueño no tienes que encuadrar, solo ver la realidad que se te presenta, una que definitivamente está construida en base a una memoria.
26 Festival de Lima: La pampa (Competencia Ficción)
El tópico de las desapariciones ya es un recurrente en la filmografía de Dorian Fernández-Moris. Lo ha orientado hacia el terror (Cementerio general, 2013), así como al thriller de acción (Desaparecer, 2015). Ambos argumentos, de alguna forma se ven asociados al imaginario mitológico de la selva. Son historias que explotan un lado entre exótico y fantástico propio de las fábulas que emergen de dicho escenario. La pampa (2022), por el contrario, se deslinda de cualquier recurso legendario o maravilloso para en su lugar apuntar a una problemática real. Fernández-Moris decide así emprender un drama de línea social al representar lo que sería un ejemplo de la multitud de casos de secuestros a mujeres, muchas menores, confinadas en los campamentos mineros del Amazonas para fines de explotación sexual. Por un lado, se hace una exploración física y sistemática de la cruel factoría a vista general; por otro lado, nos cuenta un relato sobre una redención personal.
jueves, 4 de agosto de 2022
26 Festival de Lima: La caja (Competencia Ficción)
Lograda película de Lorenzo Vigas que combina dramáticas tanto universales como sociales asociadas al México de hoy. La caja (2021) inicia con un niño reclamando los restos de su padre en un territorio cercano a la frontera. Ya desde aquí Vigas enciende la sensibilidad, a propósito de los casos de familiares en México reclamando a sus seres queridos reducidos a pertenencias o huesos reunidos en una caja por los órganos estatales. Un precedente fílmico cercano que toca este mismo tema es Sin señas particulares (2020), otra película mexicana. Ambos filmes atienden al efecto perturbador que provoca ese acto burocrático insensible que ejerce el funcionario público carente de cualquier gesto ceremonioso o respeto funerario a vista de los deudos, algo que, por ejemplo, sí expresan los encargados públicos presentados en la guatemalteca Nuestras madres (2019) o en la peruana NN (2014). Las mexicanas hacen pues una crítica a la indolencia ante la pérdida ajena, fruto de un desinterés natural o, tal vez, de la afluencia de casos que adormece la empatía hacia lo reconocido como parte de una rutina administrativa. Ahora, mientras que Sin señas particulares atiende a los testimonios de los que sucumbieron intentando cruzar la frontera con EEUU, La caja observa a los desaparecidos por una explotación laboral.
A partir de ello, un nuevo drama se suma a la cadena de conflictos. La relación entre Hatzín y su nuevo tutor no solo construye una relación laboral criminal, sino también una relación filial. Vigas introduce una cuota sentimental para dar forma a otra problemática habitual del territorio mexicano. La caja en cierto momento pierde interés por las problemáticas sociales apuntadas y se convierte en un drama de padre e hijo. El ingreso al turbio negocio para Hatzín es el reconocimiento a una figura paternal. Es decir; inconscientemente, el muchacho, e incluso el adulto, interpretarán su tiempo laboral como la recuperación de un tiempo perdido o enmienda de un error frecuente: el abandono de los padres a sus menores hijos. Es por esa razón que Hatzín comenzará a ver dicha modalidad criminal con cierta pasividad. No es solo ingenuidad; es un deseo por abrazar el mundo de su imagen paternal, ello que se le privó por años. En consecuencia, Hatzín cederá a la corrupción a causa de una necesidad sentimental y no por el despertar o curiosidad hacia una naturaleza criminal. La caja es interesante al razonar cómo un problema desata uno nuevo, lo que ocasiona un colapso en la identidad y la construcción moral del individuo. De ahí por qué vemos continuamente a Hatzín frenar o entrar en un estado de rebeldía o catatonia. Hay una pugna en su interior.
26 Festival de Lima: El visitante (Competencia Ficción)
Lo más atractivo de la película de Martín Boulocq es cuando el protagonista se sirve del discurso evangélico de su suegro para despegar su emprendimiento. Por un lado, es una mirada crítica a sobre cómo dicha práctica comunitaria se inspiró de las dinámicas de un sistema capitalista para robustecer sus arcas a partir de la explotación de “la palabra de Dios”. Por otro lado, no deja de ser una mirada irónica a las dialécticas de los líderes mercantes y su sistema de masificación de obreros, quienes no están lejos de comportarse como borregos convocados por una secta. Lo resto de El visitante (2022) tiene de conocido. Humberto (Enrique Araoz) se reinserta a la sociedad y va en busca de su redención: recuperar a su hija. Lo cierto es que no la tendrá fácil a causa de un viejo resentimiento que viene de los tutores de la niña, sus exsuegros. Esta es una historia que combina un trauma familiar y un choque de ideologías. Aunque la película nos orienta a observar a Humberto como víctima de ambos conflictos, es el personaje de la hija que se perfila como la gran damnificada. Hasta cierto punto, la menor estará en una doble encrucijada. En tanto, su padre se verá relegado a un fracaso personal. Aunque El visitante cierra con un aire de frustración, no deja de tener un final abierto.
miércoles, 3 de agosto de 2022
26 Festival de Lima: Pakucha (Competencia Documental)
Película íntegra que reunió por última vez a Tito y Óscar Catacora, el primero en la dirección y el segundo como productor general. Pakucha (2021) es la primera realización en la que los hermanos puneños intercambian roles. Este documental nos hace bosquejo de un ritual ancestral practicado por una comunidad aymara y conducido desde las alturas de los Andes peruanos, escenario aledaño en donde se montó Wiñaypacha (2017). En referencia al título de este documental, es así como se le denomina al espíritu de la alpaca, la cual cumple además un papel de deidad para este imaginario. Los protagonistas de este testimonio, una familia de criadores alpaqueros, le rezan a la “pakucha” para que traiga fertilidad y de ella pueda nacer una nueva generación con una variada mezcla de pelajes. Lo que se verá será pues una síntesis del proceso de ese ritual, el cual no está lejos de la esencia y proceder de las otras ceremonias andinas. Aquí también hay un acto de pago a una divinidad, lo que no solo gesta la integración de todos los miembros, desde los más chicos hasta los más ancianos, sino que además es motivo de un acto celebratorio o jubiloso. El rendirle tributo a un ídolo en favor de una buena “cosecha” en cierta forma está sostenido por un ánimo venidero, la premonición de la proximidad de una buena casta de alpacas que seguirá sosteniendo a la familia y a la tradición misma.
26 Festival de Lima: Eami (Competencia Ficción)
Del 4 al 12 de agosto inicia una nueva edición del Festival de Cine de Lima con funciones online y presenciales.
Paz Encina retorna a esa dialéctica empleada en su documental Ejercicios de la memoria (2016), aunque esta vez orientada a un saber etnográfico. En su nueva película, una colectividad de voces nos hace un bosquejo del escenario actual de la comunidad ayoreo totobiegosode, poblado originario de la zona del Chaco paraguayo. Al igual que en Ejercicios de la memoria, la introspección al pasado y la reflexión de cara al presente se encargarán de crear un panorama al imaginario de una sociedad y sus estertores. Encina observa a la memoria como medio de curación y cuestionamiento. Mientras que los hijos del desaparecido periodista Agustín Goiburú ejercitan al recuerdo a fin de preservar la memoria de su padre, en Eami (2022) un niño remembrará el escenario y los miembros de su comunidad en valor de mantenerla vigente y validarla dentro de una realidad que se ha esforzado por desterrarla. En ese sentido, la adopción de la memoria es también una incitación que ampara y empodera a una cultura. Ahora, estamos ante dos películas en donde “niños” honran el protagonismo de sus “padres” dentro del escenario paraguayo, quienes ciertamente fueron presas de un ultraje orientado por un oficialismo. Si en Ejercicios de la memoria Encina cede una responsabilidad directa a la dictadura de Alfredo Stroessner, en su última película infiere el acaecimiento de una negligencia estatal.