“Vendo mierda”. “Sí, señor”. Sí, señora”. Esas frases son una suerte de mantra para los personajes de El triángulo de la tristeza (2022). Citando su secuencia introductoria, todos los mencionados de esta película en algún momento de sus vidas parecen haber caminado por algún tipo de pasarela obligándose a fingir —borrar su gesto triste e inconforme— para someterse ante alguna industria, política o filosofía con el único fin de adquirir el éxito o el poder. Se vuelven mercaderes de mierda y no dejarán de asentir su condición de súbditos. Ante ese panorama, Ruben Ostlund se imagina muchas situaciones o escenarios. En el mundo de la moda, las relaciones amorosas, dentro de un sistema náutico o insular vemos cómo siempre existe un impulso del individuo por adquirir o reafirmar un estado de dominación, sea a través de la impostura del modelaje, la sentimental, la económica o autoritaria. Podríamos tentarnos a pensar que los personajes en cierto punto del relato cambian de bando o parecer dado que su perspectiva de vida o ambición madura o se reformula. Nada de eso. Sus deseos siempre se reducen a ser mercaderes de eso que consideran es una mierda, pero que saben les asegurará una trascendencia dentro de cierto contexto o circunstancia. Perder su grado de dominación es para ellos cuestión de vida o muerte. Lo asumen como una selección natural.
lunes, 27 de febrero de 2023
El triángulo de la tristeza
viernes, 24 de febrero de 2023
73 Berlinale: Das Lehrerzimmer (Panorama)
Cuando la profesora Carla (Leonie Benesch) es testigo sobre cómo unos colegas suyos presionan a unos alumnos para que mencionen posibles responsables de una serie de hurtos que viene aconteciendo dentro del escenario educativo, nos percatamos de inmediato de lado de quien está la protagonista. Das Lehrerzimmer (2023) es el tenso seguimiento a una correcta maestra en medio de un conflicto que ha comenzado a vulnerar la confianza que tenía hacia sus aprendices. Antes de ello, el director Ilker Çatak nos deja clarísimo que estamos ante una mujer comprometida hacia su oficio. La vemos habitualmente resolviendo con consecuencia una serie de incidencias que surgen dentro de su aula. Es decir; Carla es el prototipo de profesora ejemplar, a pesar de que sus métodos, a veces, sean un tanto sumisos o hasta infantiles, pero lo cierto es que esos mecanismos no hacen más que convencernos que esta profesora actúa con sensibilidad, entrega y suma cautela cada que sus menores discípulos expresan con libertad sus emociones. Podríamos decir que la discreción o el tener tacto es un superpoder de esta mujer, habilidad que, ciertamente, algunos de sus iguales no comparten. He ahí el antecedente del conflicto con el que tropezará esta buena mujer. Çatak nos pone en una situación en donde el ser un maestro empático no garantiza la salvación de su alma en una inmediación educativa hipersensibilizada por las políticas de la corrección.
Entonces sucederá más adelante algo que pondrá a la maestra en el ojo de la tormenta. Lo curioso de todo es que ese problema la irá perjudicando cada vez más a pesar de que ella asume el rol de víctima y denunciante dentro de la situación. Das Lehrerzimmer nos expone un caso en donde la filantropía genera fugas. Cualquier gesto de renuncia moral, por ejemplo, en favor a los menores, tiene sus puntos ciegos. Obviamente, Carla, en su calidad de ejecutora de esa política de corregirse a la medida de lo que “podría ser más saludable” para los niños, no es capaz de percibir ese daño que recae en ella y, hasta cierto punto, a los de su alrededor. Sin saberlo, la protagonista de Çatak va remeciendo su entorno. Una serie de damnificados habrá a causa de su corrección. Ahora, esto tampoco convierte a la profesora en alguien nociva o puramente negligente. Al igual que otros maestros, Carla tiene sus puntos débiles como docente. ¿Por qué entonces le sucedió a ella y no a otro? Por un lado, tal vez tenga que ver la empatía un tanto desmedida de la profesora y, por otro lado, tenga que ver también los efectos de ciertos protocolos que acondicionan a los centros educativos. Surge así un debate: ¿Hasta qué punto ciertos reglamentos escolares podrían ser muy inconvenientes para el error humano desatado por algún maestro? Pueda que, además de Carla, esas leyes no consideran los puntos ciegos.
jueves, 23 de febrero de 2023
73 Berlinale: Mammalia (Forum)
La ópera prima de Sebastian Mihailescu gravita en una realidad absurda, cómica y hasta un tanto perturbadora. La película inicia con un extraño ritual femenino en medio de la naturaleza. Se nos viene a la mente filmes como The Wicker Man (1973) o la más reciente Midsommar (2019). Lo cierto es que en este no hay señas de algún sacrificio humano. Sin embargo; al estar todas vestidas de blanco, entonando un canto extraño y a plena luz del día, pues debe ser algo muy malévolo lo que estas mujeres se traen entre manos. Ya a partir de esta introducción Mammalia (2023) nos implanta una interrogante: ¿Qué hay detrás de este culto de mujeres? ¿Por qué se comportan de manera extraña? Estas son las preguntas que embargarán más adelante a Camil (Istvan Teglas), quien, inicialmente, solo se siente inseguro a qué debe que su esposa se ausente mucho tiempo en casa. Nos imaginamos todo el conflicto que debe haber en la mente de este esposo quien hasta cierto punto asumirá el rol de un detective, uno muy improvisado. Se podría decir que es una reacción habitual en una relación que pasa por alto la comunicación de pareja. Muy a pesar, lo que no está resultando habitual o incluso lógico es el comportamiento en general de los personajes de Mihailescu, además de la atmósfera tétrica, pesada y tan extravagante que percibirá el espectador y alimentará su estado de desconcierto.
miércoles, 22 de febrero de 2023
73 Berlinale: Almamula (Generation 14plus)
Los tópicos adoptados por la ópera prima de Juan Sebastián Torales me recuerdan a otra ópera prima argentina. En Matar a la bestia (2021), de Agustina San Martín, tenemos a una comunidad de desterrados, espacio en donde una bestia ha comenzado a exterminar a sus mujeres, criatura que según se cuenta en algún momento fue otro humano víctima de la deportación a causa de las faltas cometidas en el espacio público. Almamula (2023) tiene mismas características, aunque su realidad es distinta. En su historia, Nino (Nicolás Díaz) y su familia se verán obligados a migrar al campo luego de que el adolescente fuera condenado por su vecindario. Ya en el nuevo refugio, la familia se enterará de la reciente desaparición de un niño. Dicen algunos que ello fue obra de la “Almamula”, un ser que castiga a aquellos que se atrevieron a cometer actos sexuales impuros. Si en la película de San Martín los condenados tienen antecedentes de distintas clases, en la de Torales son los actos o impulsos puramente sexuales la razón de una reprobación social acondicionada por los valores cristianos. Esta es una película que se inspira de un ser ficticio cuya invención posee un trasfondo moral creado por un pensamiento cristiano que condena el incesto, además de otras perversiones. Lo cierto es que, en lugar de ser intimidado por dicha leyenda, el joven protagonista se sentirá atraído por ella.
lunes, 20 de febrero de 2023
73 Berlinale: Au cimetiere de la pellicule (Panorama Dokumente)
El director Thierno Souleymane Diallo busca Mouramani, la primera película guineana. Las razones que hacen de esta iniciativa una tarea compleja parten desde los antecedentes históricos de dicha nación. Después de 1958, tras la independencia de Guinea, el país se quedó sin memoria fílmica a raíz de que la dictadura de Ahmed Sékou Touré mandara a eliminar los registros fílmicos almacenados en distintas oficinas como parte de su política de la represión contra sus detractores. Un “cementerio de películas”; es así como podrían definirse las locaciones visitadas por Souleymane mientras va consultando o rebuscando entre los escombros ese mediometraje que pondría a su país como pionero del cine africano. Au cimetiere de la pellicule (2023) es un documental que a raíz del seguimiento de la pista de una fuente fílmica se nos va haciendo un panorama de la historia fílmica y la historia en general de esa misma nación. Resulta un tanto curioso cómo es que toda historia siempre está sostenida por un origen o sus antecedentes; sin embargo, aquí ni uno ni otro están claros o preservados. De ahí por qué se manifiesta como algo urgente localizar Mouramani. Mientras estén desaparecidas esa y otras fuentes, Guinea seguirá teniendo una identidad difusa, especulativa, apenas sostenida por los recuerdos de una generación añeja que confirma la vez en que Guinea podría ser definida como una sociedad cinéfila, algo que en su actualidad es una realidad ajena a causa del cierre masivo de las salas físicas que experimentó ese país durante la dictadura.
domingo, 19 de febrero de 2023
73 Berlinale: Between Revolutions (Forum)
Un documental epistolar que se inspiró de las tantas misivas que fueron confiscadas por el departamento de seguridad de la Rumanía bajo el régimen de Nicolae Ceausescu. Between Revolutions (2023) nos retrae a los estados de represión y las respectivas revoluciones que surgen en dos naciones distintas. En un extremo, Irán estaba a un paso de la revolución popular que traería de regreso el estado islámico a manos del líder ayatolá Ruhollah Jomeiní, mientras que, en el otro extremo, Rumanía tendría que aguardar a la caída del comunismo para alzarse contra el gobierno de Ceausescu. Para ello, el documental de Vlad Petri se vale de una gran cantidad de material encontrado de finales de los 70 hasta finales de los 80 y el intercambio de cartas de dos jóvenes estudiantes de medicina, una rumana y otra iraní, distanciadas por el espíritu revolucionario de una. Cada una nos describirá sus días bajo un sistema opresor. Es una época de muchos acontecimientos y cambios políticos en el mundo. En efecto, cada territorio tenía su propia guerra que no tenía que ver con algún conflicto vecino —salvo excepciones—. Sin embargo, es a raíz de esta lectura comparada entre dos naciones aparentemente disímiles que podríamos aventurarnos a pensar que las causas y demandas populares de uno u otro país no se diferenciaban del todo. Y es que la sublevación popular por entonces casi siempre reaccionaba ante un mismo problema: colonialismo.
viernes, 17 de febrero de 2023
73 Berlinale: All the Colours of the World Are Between Black and White (Panorama)
Tal vez sea a causa de la sobriedad con que se narran sus hechos lo que hace de la ópera prima de Babaunde Apalowo una película distinta. Argumentalmente, All the Colours of the World are Between Black and White (2023) es una historia un tanto familiar. Siendo una producción nigeriana, salvo por su contexto, muchas sus características y conflictos se perciben como universales. Esto que se cuenta podría suceder en cualquier otro lugar y las acciones de los personajes pudieron haber sido casi las mismas. Muy a pesar, se niega a caer en la pauta dramática que habitualmente se espera en estos relatos sobre personajes buscando su identidad. Bambino (Tope Tedela) es un joven trabajador que se gana la vida como repartidor. Su vida es decente y hasta ejemplar. Ahora, pueda que su personalidad benevolente no sea la adecuada para un contexto en donde la gente posee impulsos anárquicos o conservadores. A primera impresión, pareciera que tratamos con el caso de un individuo que será víctima de su propia sumisión. El retrato de una carnada social. Pero la película nos va comenzando a insinuar el verdadero problema del asunto, que en parte no deja de tener que ver con la personalidad del protagonista. Pueda que ese carácter de hombre correcto y reservado tenga que ver más con un deseo por forzar un respeto hacia las convenciones sociales. Es decir; comportarse de la manera en que pueda seguir siendo un invisible entre ese barullo social.
73 Berlinale: Zeevonk (Generation Kplus)
Inicio compartiendo mi cobertura a la 73 edición del Festival de Berlín que va del 16 al 26 de febrero.
En la pantalla grande, lo fantástico en más de una ocasión ha sido terreno de sanación o refugio ante la pérdida de algún ser querido. Ahí está Un monstruo viene a verme (2016) o la argentina Piedra noche (2021), en donde criaturas extrañas y gigantescas se convierten en un salvoconducto que mantiene a los deudos “cuerdos”, alejados de su dolor irracional. Ahora, si bien Sea Sparkle (2023) no se inclina por lo fantástico, sí que su premisa se relaciona mucho a los casos mencionados. En la ópera prima del director Domien Huyge, una adolescente enfrenta la pérdida de su padre. Aquí el escenario marítimo, además de ser una conexión entre estas dos personas, se describe como un lugar que resguarda un misterio que la menor desea descubrir con obstinación. Desde que Lena (Saar Rogiers) ha escuchado noticias de un algún monstruo marítimo, ella no ha dejado de preguntarse si ese ser pudo haber tenido que ver con el accidente que tuvo la embarcación de su padre. Entonces es que inicia esta pesquisa de la protagonista. Aquí no puedo dejar de relacionarla con Piedra noche, película que también se imagina una localidad que está siendo “invadida” por una criatura del mar. ¿Invento o truco para darle más sentido a un lugar? Sea lo que sea, en su tiempo de vivos, los desaparecidos se sintieron atraídos por esa historia. En tanto, los deudos decidirán abrazar esas mismas creencias, tal vez con el fin de hacer honor a las fantasías de sus seres queridos.
miércoles, 15 de febrero de 2023
TÁR
El gran atractivo de la nueva película de Todd Field no radica del complejo retrato que se le otorga a una compositora o el vínculo férreo y apasionado que tiene esta misma hacia la música. La médula de esta historia deviene de la coyuntura en dónde se desplaza esta mujer. Esta es una película que hace una representación a la nueva cultura de la corrección política en la actualidad. Es tras ese telón que los mismísimos héroes o heroínas podrían ser cuestionados como simples mortales. Lydia Tár (Cate Blanchett) pudo haber sido una panadera, abogada, futbolista, arquitecta, heterosexual e incluso pudo haber sido un hombre, pero la idea de este filme era que siempre esa figura debería ser una inminencia en su rubro, un símbolo —ya no personaje— o monumento viviente descansando sobre un pedestal. En tanto, el conflicto sería cómo una acción —o suma de estas— cuestionaría o bajaría del podio a ese ídolo y todo su patrimonio digno de valorar. Es así como funcionan estas normativas que apelan contra los desvalidos, dinámica que tal vez no expresaría la misma algarabía, fuerza, efectividad o simplemente no tendría sentido cuando víctima y agresor son de una misma condición o el último es socialmente inferior a su víctima. Por algo TÁR (2022) no representa ese tipo de casos. Siempre es una pequeña víctima versus un gigantesco monstruo —atención a la historia de la vecina anciana y su hija—. Este es un escenario en donde el juicio moral va de la mano con una evaluación socioeconómica. De ahí por qué podría describirse este entorno como un movimiento que a veces desfoga hipocresía.
viernes, 10 de febrero de 2023
Irreversible / Irreversible: Straight Cut
Esta semana se estrena en algunos cines de EEUU Irreversible: Straight Cut, una versión cronológica del filme de culto de Gaspar Noé. Hago un análisis comparativo entre este nuevo corte y el original.
Ya me ha pasado que la fragilidad de mi memoria me ha fabricado una ventaja al momento de ver una película por segunda vez. En esta semana, he visto Irreversible (2002), de Gaspar Noé, en su versión remasteriza. Ya la había visto muchos años atrás, sin embargo, fue como si la hubiera visto “casi” por primera vez. Y digo casi porque es imposible olvidar esa secuencia desagradable que la hizo famosa. Digamos entonces que la vi por primera vez con un spoiler encima, y es que no recordaba la secuencia inicial ni tampoco la que le sigue; exacto, la secuencia de la discoteca gay. ¿Cómo es posible que pude olvidarla? Esto que acabo de mencionar capaz más adelante pueda provocar una contradicción. Entonces, el motivo por qué la volví a ver —además de la curiosidad de qué tan prolijas habían quedado sus imágenes desde la vez que la vi en un DVD pirata— fue como parte de mi preparación para ver Irreversible: Straight Cut, un corte de la película en donde la historia se cuenta de manera cronológica; es decir, en el orden en que sucedieron los acontecimientos, y no en el sentido contrario del reloj, tal como se narra en el corte original que muchos hemos visto. Esta nueva versión ya se había estrenado en el 2019 en el Festival de Venecia a modo de anticipar su 20 aniversario desde su estreno. Junto a su versión remasterizada, este nuevo corte pronto será distribuido en formato Blu-Ray, no sin antes haber finalizado una gira mundial en salas físicas seleccionadas.
No tenemos idea por qué el personaje de Vincent Cassel busca a un tal “El Tenia”. Lo seguro que es cuando lo vea lo va a matar. Y está su amigo o acompañante o lo que sea, interpretado por Albert Dupontel, el que intenta apaciguar a Cassel, le dice que está cometiendo una locura, que se calme; en tanto, nosotros no entendemos nada. Pero lo curioso es que después todo se invierte. Pensábamos que Cassel terminaría matando a alguien, pero más bien termina humillado por un grupo de homosexuales, y luego viene Dupontel y hace lo que se supone debía hacer Cassel, matar a alguien, y uno se pregunta: ¿Cómo sucedió eso? ¿Inició siendo la “voz de la conciencia” y terminó siendo el loco del extintor? Noé desde un principio nos plantea cómo el ser humano parece tener una semilla de la maldad y la locura implantada. Es cosa que aparezca el estímulo o surja la circunstancia para que emerja. Esta es una película en donde vemos cómo esa reacción se repite. Incluso ya se insinúa en esa secuencia del padre confesando su pecado, anexo que no tiene nada que ver con la historia, pero algo del sentido de esa confesión se remite en Irreversible. Como dije, esa parte funcionaría como una precuela de Seul contre tous al rescatar al protagonista de esa historia sobre un padre abnegado y sobreprotector que ama a su hija en un sentido filial, pero que en algún momento se enciende en él “ese” estímulo. ¡Pum! Lo ve y ya está hecho. Y con ello se asoma esa maldad, la tentación del incesto. He ahí el vínculo con Irreversible. En ambas películas, tenemos a personajes cayendo en la tentación de la violencia, y en la mayoría de los casos no son tentados o persuadidos. Eso es importantísimo. A veces esa sed de violencia no es fruto de la provocación, sino nace casi de manera natural. Es como si lo profano fuera congénito al ser humano.
Pero, claro, y como mencionaba más arriba, pueda que me contradiga al confirmar la idea de Noé, tomando en cuenta que “borré por completo” esa secuencia del extintor, siendo una escena ultraviolenta; en tanto, la escena de la violación sí la recuerdo. Quiero suponer que soy más frágil a ciertos recuerdos o violencias. Le hecho la culpa a mi fascinación por el gore y, obviamente, al tiempo. Dice el padre de Seul contre tous al inicio de la versión original de Irreversible: “El tiempo lo destruye todo”. Dada mi condición de memoria frágil, lo primero que se me viene a la mente al escuchar esa frase es la fragilidad de la memoria. El tiempo destruye la memoria, que lo es todo. Lo cierto es que eso no tiene sentido con el caso del padre. Entonces luego dice otra cosa: “Pienso en eso todo el tiempo”. Se refiere a su delito incestuoso. Lo dice con congoja, mezcla de dolor, pero con un brote de nostalgia —Noé es un director que pone en la frontera moral a sus personajes—. En ese caso, la interpretación de su frase es el revés de mi interpretación. El tiempo no destruye a la memoria, sino todo lo contrario, la preserva y, eso, en un sentido pesimista o trágico, es una condena. Tenemos a un hombre abrazando al tiempo, el cual lo destruye anímicamente porque recuerda eso que le estremece. La memoria, sus reminiscencias, ese salto al pasado es su cárcel. “El tiempo lo destruye todo”. Y esa idea va a quedar flotando a medida que vayamos viendo esa película contada al revés, una versión en donde el tiempo es transgredido, porque el tiempo figura aquí como violento o agresivo.
Esas percepciones pasan por alto en el corte original. En efecto, estamos tratando con los mismos personajes y sus mismas personalidades. Muy a pesar, el orden cómo se dieron o narran las cosas en la versión al revés nos disuaden tal vez a no prestar atención a esos detalles. ¿A quién se le ocurriría meditar sobre la personalidad pasivo-agresiva de Cassell luego de que hemos visto una agresión sexual por un lapso de diez minutos? Es el afecto de un trauma. Una violación es una experiencia que minimiza el machismo de Cassell. Por su parte, en el Straight Cut, sí que llama nuestra atención el comportamiento hosco de Cassell porque nada trágico todavía ha pasado, sino algo dramático. El personaje de Bellucci está embaraza. Ese se podría decir que es el primer golpe que recibimos del Straight Cut, porque ya nos dimos cuenta lo inmaduro que es el padre, Cassell. Se asume además el embarazo como un giro irónico y cruel, impresión que siempre impone Noé en sus películas. Lo curioso es que esta incomodidad también se sufre en la versión original, solo que el sentimiento es más punzante. Aún el espectador en shock, se entera de que la víctima sexual esperaba un hijo. Destino cruel. ¡Tragedia! ¿Si hay diferencia entre una versión y otra además del modo en cómo se narra? Definitivamente. La experiencia es otra. Es lógico, pero no deja de resultarme estimulante cómo una misma secuencia pueda perturbarte de distinta manera por el solo hecho de que te la contaron de una manera distinta.
miércoles, 8 de febrero de 2023
Los espíritus de la isla
A propósito de las discordias políticas, dicen las malas lenguas —ya no se sabe si en serio o en broma—: un enemigo de un irlandés es otro irlandés. Podría decirse que eso sucede en Los espíritus de la isla (2022), sin embargo, el distanciamiento entre dos amigos de toda la vida no apela a un desacorde que tiene que ver con las posturas republicanas o monárquicas. De hecho, a estos dos personajes poco o nada les interesa debatir sobre de qué lado debería estar Irlanda. ¿Ya dije que los mencionados son irlandeses? Resulta en tanto absurdo imaginarse a dos irlandeses desinteresados por el destino de la soberanía de su patria, y más aun tomando en cuenta que esta historia acontece en la década del 20. Fue en esa época en que se concibió el IRA (Ejército Republicano Irlandés), grupo paramilitar que busca emancipar a Irlanda del Reino Unido. Y, por cultura general, sabemos que a partir de entonces ello originó un tema de debate que los irlandeses expresaron con una feroz intensidad. ¿A qué se debe entonces esa apatía por parte de los protagonistas y toda esa comunidad que habita en dicho lugar remoto de Irlanda? Pues eso mismo. El estado de retiro, eso que además es el antecedente de esa otra apatía, la que surge entre dos personas que de un momento a otro no se estiman más. Martin McDonagh reflexiona sobre el conformismo, la depresión y las enemistades —tradición irlandesa— a propósito de una ubicación geográfica.
lunes, 6 de febrero de 2023
Llaman a la puerta
Ya son varias las películas de M. Night Shyamalan que pueden reducirse al drama/terror en donde una fuerza extraordinaria y suprema arremete contra la humanidad a causa de los pecados de estos. El ser humano siempre se porta mal de una u otra manera, especialmente contra sus más cercanos; en tanto, la naturaleza genera una reacción: se dispone a devolver el equilibrio de las cosas. No es tanto un castigo hacia el agresor, sino un mecanismo de defensa —severo y catastrófico a niveles del Antiguo Testamento— que el propio entorno adopta con el fin de preservar el ciclo de la vida. Por su parte, lo que más le sorprende a la humanidad no son las consecuencias, sino el origen de esa reacción, fractura o transgresión que reconoce como lo extraordinario, absurdo o incomprensible. Típica reacción de un ser racional. Paradójicamente, el ser humano niega o cuestiona los efectos emitidos por su propia naturaleza o entorno. Se resiste a pesar de las evidencias. Muy a pesar, en algún momento tiende a concientizar y reflexionar en base a esos incidentes. La desgracia es un puente hacia el escenario de lo existencial, un momento ideal para cuestionar la realidad, pero sobre todo a sí mismo, ser introspectivo, autocrítico y reconocerse como parte del problema. ¿Se entiende entonces por qué el sentido de la naturaleza que no va dirigido al castigo, sino a devolver el equilibrio? La clave aquí es persuadir a que su principal agresor medite y deje de hacer lo que está haciendo.