Dos de las comedias programadas
en el Festival Transcinema comparten un par de de similitudes. Nepal forever (2013), de Aliona
Polunina, narra la historia de dos caricaturescos personajes, ambos únicos miembros
de uno de los tantos partidos comunistas aún existentes en el territorio Ruso. A
manera de documental, la directora va captando por fragmentos las actividades
partidarias de estos individuos. Líder y secretario se enrumban a Nepal con
intención de globalizar su política comunista, cuestión que sus mismos
personajes asumen de manera enérgica, aunque irrisoria. Es mediante esto que el
filme se convierte en un arma satírica. Una mirada ridícula hacia una idea que
en la actualidad parece no encajar.
Buzzard (2014), de Joel Potrykus, junta de la misma forma a dos personajes cómicos,
aunque no igual de ridículos. Marty y Derek, un par de amigos que laboran en
una oficina hipotecaria, se la pasan gastándose bromas mutuamente. Marty, sin
embargo, tiene un gran defecto. Él es un estafador empedernido. Frente a esto,
Potrykus nos irán sumergiendo en una comedia excéntrica donde un joven tramposo
dictará cátedra de cinismo, mientras que su colega irá poniéndole a la trama un
sentido del humor más burlesco. Ya pasado la mitad de su duración, ambos filmes
sufrirán una seria transformación. Ocurrido ciertos sucesos, la comedia se irá
apagando para entonces perfilarse a otro sentido. Este cambio por cierto será
sutil y totalmente contrario a la iniciativa de las dos películas.
En Nepal forever, luego que sus personajes
irán fraternizando con ciertas comunidades rurales del país asiático, la
directora se irá inclinando a un tono más serio. Polunina descubre un lado reflexivo
en donde grupos comunitarios practican el comunismo no por convicción, sino por
necesidad o, incluso, por modo de vida. En contraste al dúo ruso, dirigentes y
pobladores nepalíes le otorgan al comunismo un sentido lógico desde su ámbito. Muy
a pesar, dicha política no abandona esa aura utópica. Por otro lado en Buzzard, luego de una serie de
situaciones hilarantes, Marty se verá frente a una encrucijada. Sus embustes
tal parecen haber dado malos frutos y esto lo obliga a tomar ciertas medidas. Potrykus
descubre un lado oscuro tanto de su personaje como de su historia. Aquí, sin
embargo, el vuelco es más brusco. Entonces para cuando desea volver a ser graciosa, Buzzard luce más bien escalofriante; eso la hace atractiva.