Un repaso al cine y la constante ejecución de un lavado de cerebro, especialmente desde los platós de Hollywood, el cual persuade a reconocer a la mujer como un objeto sexualizado. Brainwashed: Sex-Camera-Power (2022) hace un primer plano a la conferencia dictada por Nina Menkes, una de las paladines del cine feminista, titulada “Sex and Power: The Visual Language of Oppression” y dictada hace unos años atrás en el Festival de Cannes, y que a su vez se inspira en la teoría de la “mirada masculina” (male gaze) difundida por Laura Mulvey, crucial crítica de cine, ya insinuada desde su artículo “Visual Pleasure and Narrative Cinema” publicado a principios de los 70. En síntesis, Mulvey y Menkes están de acuerdo de que la industria del cine ajusta su lenguaje cinematográfico para beneplácito de la mirada masculina. Es decir; la luz, el movimiento de cámara (o la ilusión), los planos y demás recursos técnicos se ponen de acuerdo para prefabricar a una mujer vista como objeto. En tanto; el hombre se convierte en el único sujeto del escenario y, en consecuencia, es él quien “consume” y goza del objeto o la mujer. La alusión a una ideología patriarcal es obvia. El cine está hecho para los hombres, y las mujeres son una mera carnada a la que además de sexualizarla se le asedia con una serie de convenciones.
martes, 29 de marzo de 2022
CPH:DOX 2022: Brainwashed: Sex-Camera-Power (Highlights)
CPH:DOX 2022: This Stolen Country of Mine (F:Act Award)
Un documental con rabia social ante el advenimiento de una colonización. This Stolen Country of Mine (2022) nos pone al corriente sobre los acontecimientos en el ambiente social, político y económico en Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa, a propósito de la alianza con el gobierno de China. Desde su primera secuencia, el director Marc Wiese deja en claro que estamos ante el testimonio de una sociedad arraigada a su territorio y todo ese imaginario que reposa en este. Lo siguiente, es el descubrimiento de un escenario infame y opresivo, pero también el de la respuesta de un bloque reaccionario y efervescente. Policías y pobladores luchan en las orillas de un campamento minero que es uno de los tantos fundados tras los denominados contratos chinos, una serie de tratados en donde el país sudamericano cedía al país asiático una mayoría de concesiones de reservas naturales, además de tantas otras infraestructuras. Ecuador es controlada por China, y así será al menos hasta el 2024, según el tratado político. Este es el seguimiento de una colonización del siglo XXI: la apropiación de tierras y la economía de un país bajo un marco legal. Aquí no veremos desembarcos de artillerías, sino recibimientos con los brazos abiertos en valor del interés político y no social.
lunes, 28 de marzo de 2022
CPH:DOX 2022: Housewitz
Un testimonio cohibido y fragmentado es el que imparte la madre de la directora Oeke Hoogendijk, prueba suficiente e irrefutable de que la memoria del Holocausto para algunos de sus sobrevivientes forma parte de su presente. Lo cierto es que hay algo más crítico en la rutina de Lous. La agorafobia o el temor para socializar o exponerse al “exterior” es síntoma de un trauma que la ha obligado a reconocer a su habitación como un fuerte incapaz de abandonar. Aunque el título componga un juego de palabras ciertamente incómodo (casa-witz), Thuiswitz (2021) no deja de ser eso, el retrato de una anciana habitando en un Auschwitz imaginario, impedida de salir a causa de la posibilidad del advenimiento de un peligro de origen incompresible, pero que definitivamente es más fuerte que ella. Eso, en síntesis, es básicamente una forma de entender la naturaleza del genocidio hacia el judío provocado por el Nazismo. La opresión sostenida por una justificante irracional incapacitó emocionalmente a varios de los que se salvaron de la muerte. Qué impide pues a Lous de salir de casa cuando ese tipo de fascismo ya no reina. La respuesta tal vez sea la misma al momento de preguntarnos qué es lo que impidió a que los judíos se revelaran en los campos de concentración, siendo ellos una gran mayoría respecto a sus celadores.
CPH:DOX 2022: El gran movimiento (Artists & Auteurs)
El pasado miércoles 23 inició una nueva edición del Festival internacional de Cine Documental de Copenhague, CPH:DOX. Va hasta el 3 de abril su celebración presencial, continuado por su formato digital hasta el 10 de abril.
Dos ingredientes son los que retoma Kiro Russo en su nueva película: la imagen del irreflexivo Elder (Julio Cesar Ticoa) y una estilística fílmica inspirada en el cine soviético. En Viejo calavera (2016), sendos construían la fuerza dramática en la historia sobre mineros gestando una incidentada rebelión en medio de carencias y divisiones. A pesar de que el conflicto por sí solo nos hacía referencia a las épicas de las masas trabajadoras “cantadas” por Aleksandr Dovzhenkko o Sergei Eisenstein, aquí más bien lo coral está enlodado por un halo trágico y enfermizo. Ahí es donde entran en acción esos dos agentes revisitados por el director, los mismos que desalientan la pugna sindical y de paso contaminan -o hasta maldicen- todo el alrededor. En tanto, se podría decir que El gran movimiento (2021) no solo es la continuación de esta historia, sino la extensión de un drama que se ha expandido hasta el territorio de la urbanidad. Russo desciende metros sobre el nivel del mar y parece anunciarnos que no existe mucha diferencia entre la ciudad y las alturas mineras de Chuachuani. Los personajes y sus peripecias siguen siendo los mismos. Lo único que ha cambio es el escenario. El argumento inicia con un bloque de mineros proclamando sus derechos. En complemento, no dejamos de oír rumores de la represión policial mezclados con las arengas sindicales. Esta es una película que hace mucho ruido.
jueves, 17 de marzo de 2022
SXSW: Pretty Problems
Una película sobre ricos y “pobres”. La idea de Kestrin Pantera parte del tropo de personas escapando de la rutina durante un loco fin de semana. Jack (Michael Tennant) y Lindsay (Britt Rentschler) es un joven matrimonio con un estilo de vida lánguido, tanto pública como íntimamente. Este, sin embargo, no se define como un cuadro dramático. No estamos tratando con personas renegando de esos hábitos letárgicos, deseosos de escapar de esa realidad o fantaseando con una posibilidad de cambio u oportunismo. Desde la primera secuencia, esta relación nos demuestra un claro ejemplo sobre cómo ellos mismos promueven una autocompasión ante sus carencias. Hay maneras de desfogar las necesidades y represiones, y estas personas, definitivamente, han aprendido a resolver esos conflictos al punto de no percibir su abrazo a un conformismo nato. Eso, hasta que aparece una excéntrica rica en sus vidas. Pretty Problems (2022) nos retratará una especie de epifanía. La aparición de Cat (J. J. Nolan) será el inicio de una iluminación en la vida de esta pareja. Al parecer, había algo -de hecho, mucho- más allá de sus vidas de clase media que les hacía falta percibir. Como diría Platón, Jack y Lindsay experimentarán su salida de la caverna directo a un fastuoso banquete.
miércoles, 16 de marzo de 2022
SXSW 2022: Jethica
En la película de Pete Ohs convergen un puñado de situaciones. Reducir esta historia a un testimonio engendrado por la marea del #MeToo, sería pasar por alto una serie de sensibilidades. Jethica (2022) inicia con un arranque misterioso: una mujer hace remembranza de la vez en que se convirtió en asesina. Su memoria nos lleva al área desértica de Nuevo México, refugio de solitarios y paso de fugitivos. En efecto, las dos protagonistas de este relato calzan dentro de esos patrones. Hasta aquí hay un aire al thriller. Elena (Callie Hernandez) le ofrece posada a Jessica (Ashley Denise Robinson), una vieja amiga de la escuela, quien le cuenta está huyendo de un acosador. El thriller se disipa y entonces inicia un drama de interés coyuntural. La visitante trae consigo una realidad que contagia de impotencia. Lo cierto es que esta evidencia era un ligero recreo para el thriller que ahora más bien trepa al psicológico. La paranoia es un velo que carga Jessica, el que, ciertamente, su amiga también ha comenzado a percibir. Ohs sabe trabajar la atmósfera y lo más atractivo es que lo fabrica a partir de la simplicidad.
martes, 15 de marzo de 2022
SXSW 2022: A Vanishing Fog
El viernes pasado inició el Festival SXSW, situado en Austin, Texas, el cual reúne a distintas industrias culturales. Comienzo a publicar críticas a películas que iré viendo de su programación fílmica. A Vanishing Fog fue premiada en la categoría Mejor Cinematografía.
Una película enigmática que convoca tópicos preponderantes en el reciente cine latinoamericano. Entre la niebla (2021) asume dos vertientes dramáticas. Por un lado, es la historia de un área invadida y agredida por la codicia territorial. Es el cuadro de denuncia social-ecológica. Por otro lado, es también el testimonio de la resistencia ante el no desalojo de un hijo en favor a los deseos de un padre enfermo. Es un retrato sobre el vínculo familiar que deriva al vínculo con la tierra. Augusto Sandino congrega esas dos constantes que ya se han extendido en diversas películas. Ahí están Mala junta (2016), Los silencios (2018) o Bacurau (2019), a propósito de las luchas sociales de poblaciones minoritarias frente a las ofensivas “legales” en donde se explota irresponsablemente a la tierra y se erradica con violencia a las poblaciones oriundas. En referencia al lazo filial/terrenal, están La sirga (2012), Vientos del sur (2018) o A febre (2019). Aquí tenemos historias de hijos, nietos o herederos retornando o mudándose a estos entornos naturales, a pesar del estado recóndito y decadente de los mismos, dado que son contagiados por una revaloración generacional hacia la tierra originaria y todo ese imaginario que resguarda.
lunes, 14 de marzo de 2022
3 Festival Lenguas Originarias: Chi Ma Nkongo, memorias de un pueblo cimarrón
Un documental que manifiesta dos estímulos a valorarlo. En primer lugar, es el descubrimiento y revaloración a un pueblo y un ritual musical destinado a los fallecidos dentro de su comunidad. El director Lucas Silva se vale de un archivo de finales de los noventa que reúne testimonios de varios de estos miembros encabezados por Graciela Salgado, cantora y única tomborera mujer que se haya visto, líder de este modo de celebración que convierte el dolor en canto y que eleva al fallecido a una imagen legendaria. Entre uno de los tantos honores, Graciela recuerda la vez en que una mujer murió mientras pescaba. A propósito, lo curioso es que lo que se define como una trágica situación al expresarse mediante una oralidad tradicional, a través del canto quejumbroso y el sonido de tambores esa misma tragedia trasciende a una sensibilidad mítica. Chi Ma Nkongo, memorias de un pueblo cimarrón (2022), en efecto, tiene como principal búsqueda rescatar, dar a conocer, difundir y observar el ánimo intenso de estos pobladores por preservar una ritualidad opacada. Lo cierto es que también gestionan una perspectiva de vida en donde se percibe a una comunidad de artistas en continua convivencia con la muerte, etapa que ha dado sentido a sus rituales artísticos y con la que, inconscientemente, fantasean y hasta añoran experimentar.
3 Festival Lenguas Originarias: Corazón de mezquite
La película de la directora Ana Laura Calderón nos descubre un escenario abriéndose a los cambios provocados por el desgaste de ciertas tradiciones o conceptos asociados a una conciencia cultural. Corazón de mezquite (2019) cuenta la historia de una niña y su deseo de ser arpista como su abuelo y su padre. Lo que sería interpretado como un gesto de desarrollo personal en cualquier sociedad, en las inmediaciones de la comunidad de Yoreme esa intención es equivalente a un acto inconcebible. Según la tradición de este pueblo ubicado en la zona sur de Sonora, México, está prohibido que una mujer sea una arpista. Ese es el conflicto en primer plano del filme. Lo cierto es que a esta norma se suman otras más que van definiendo a una población acostumbrada a convivir con una serie de fronteras que en cierta forma alientan a una limitación del conocimiento o impiden la trascendencia de su propia cultura. El caso de las “brujas” de la comunidad es un buen ejemplo de cómo es que la discriminación hacia un oficio o prejuicio popular, sin meditarlo, colabora con el silenciamiento de la versión oficial o no conocida de un mito, glosa que ciertamente tumbaría una variedad de fronteras culturales.
3 Festival Lenguas Originarias: Salvaje
Un relato sobre una epifanía. Un ingeniero de minas chileno tendrá como misión erradicar a toda una comunidad mapuche de su territorio natural para la explotación de esa zona. Ese es el preámbulo de Salvaje (2021). El director Juan Carlos Mege hace un reconocimiento de los mecanismos abusivos y perversos ejecutados para la apropiación de terrenos ricos, los cuales son puestos en práctica sobre las poblaciones aborígenes. No es gratuito que la historia se encargue de fabricar una caricaturización del bando empresarial armado de vicios y cuotas superficiales. En efecto, pueda que eso degrade la seriedad del propósito de la película; muy a pesar, Mege parece insistir en provocar un amplio contraste entre ese ritual urbano y el de los mapuches. Esta es una historia sobre el choque cultural. Desde una mirada general, resultaría casi inconcebible un consenso entre estos dos saberes. Lo cierto es que dentro de esta ficción, esto es una posibilidad. Para ello, antes insinúa la siguiente interrogante: ¿quién es el verdadero salvaje? En cierta perspectiva, esta es una exposición sobre una domesticación, el del hombre que aprendió a poner por encima la riqueza de un imaginario.
3 Festival Lenguas Originarias: Ushui, la luna y el trueno
Interesante película que deriva a distintas reflexiones. Lo más inmediato de Ushui, la luna y el trueno (2019) es su valor antropológico. El director Rafael Mojica Gil, miembro de la comunidad wiwa, nos inculca sobre el pensamiento de esta sociedad colombiana. Estamos ante una población sostenida por una filosofía arraiga a la paz interior y el culto a la naturaleza; no solo terrenal, sino que también astral e intangible. Se percibe entonces una sabiduría muy rica. Mojica Gil se asegura de que cada rutina, danza o comportamiento wiwa sea asimilado a partir de una argumentación lógica. Todo tiene un por qué, y todos esos razonamientos derivan a un acto de agradecimiento al espacio respaldado por la armonía mental y espiritual. Sin querer, el imaginario wiwa ha amasado a una legión de académicos, sabios, instructores natos que no están lejos de las corrientes científicas o las humanísticas de la vida urbana. La única diferencia es que los wiwa usan sus propios referentes, razonan en base a su escenario y lo hacen siempre desde su propio lenguaje. Esto es importantísimo. En una secuencia, el líder dice: “Nuestro dios es impronunciable en el idioma español”. Existe aquí una lucidez, desde un sentido lingüístico. El lenguaje es entendido como una vía para el conocimiento. El no usar el lenguaje originario sería equivalente a pervertir el origen y sentido del propio conocimiento por el solo hecho de darle confort a ese sujeto al que quieren inculcar sus conocimientos.
La primera parte de la película es manjar para los aficionados a la docuficción. Este método filmográfico no solo orientó al creador y espectador de que existe una frontera invisible entre la ficción y la realidad, sino que además es un medio para reflexionar entorno a las incidencias del estado creativo, el protagonismo del creador y las implicancias de gestionar un registro fílmico. Todo esto se representa en escena. Vemos al equipo reorganizando su calendario, el director cuestionando la ruta de su guion y, finalmente, no solo el mismo creador, sino también los protagonistas, reflexionando sobre qué tan imprescindible es el registro fílmico para la trascendencia de la cultura wiwa. La tienen clarísima. El cine es un recurso tan importante como la oralidad o los cánticos de las sagas. El cine es reconocido como herramienta de preservación. En un momento el líder dice: “Aunque existe una posibilidad de que ese registro también se pierda”. Eso es lo importante de la docuficción; el autor y sus implicados se autocuestionan, son empujados continuamente a la duda a fin de (re)evaluar la naturaleza del cine. Y esto, curiosamente, también se remeda en sus propios conceptos. Decíamos de su filosofía de la paz interior. Esta película también descubre un reverso.
viernes, 11 de marzo de 2022
3 Festival Lenguas Originarias: Sietefilos Xiica Cmotomanoj
Lo que más me llama la atención de la película de Antonio Coello es su libertad expresiva y cómo esta se asocia a su argumento. La idea de combinar lenguajes audiovisuales, por ejemplo, al transitar de lo testimonial al videoclip, no deja de insinuar una correspondencia con el tema en conflicto. Estamos en la costa de Sonora, México, hábitat de la comunidad Seri. Aquí somos testigos de un cuadro social que me recuerda mucho a la decadencia que sufren poblaciones indio americanas o canadienses en películas como Songs My Brothers Taught Me (Chloé Zhao, 2015), La balada de Oppenheimer Park (Juan Manuel Sepúlveda, 2016) o Wind River (Taylo Sheridan, 2017). La drogadicción o el alcoholismo son cánceres que han tomado gran terreno en estas comunidades, males que, ciertamente, el Estado pareciera reconocerlo como una ventaja que ha “atontado” a una sociedad imposibilitada de reclamar sus derechos más esenciales. Similar declive se manifiesta en la película de Coello. Ahora, lo cierto es que, a pesar de las evidencias de una miseria extendida tanto económica, física o mental, esta no es una película sobre un estado en descenso, sino sobre la resistencia al morir o el revalorar lo que está agonizando.
3 Festival Lenguas Originarias: Biabu Chupea: un grito en el silencio
Desde hoy hasta el miércoles 16 de marzo, se podrá ver de forma gratuita y online la tercera edición del Festival de Cine Latinoamericano Lenguas Originarias por su página web.
Un documental sobre la concientización del cuerpo y la condición de género dentro de una sociedad encurtida por patrones sociales represores. Biabu Chupea: un grito en el silencio (2020) nos interna en un círculo de mujeres pertenecientes a la comunidad Emberá Chamí, situada en Colombia. Todas estas, incluyendo la mayoría de las mujeres de su misma cultura, han sido víctimas de una tradición que atenta contra su órgano sexual, además de ser damnificadas de otras tantas agresiones de distintas índoles. Si bien la directora Priscila Padilla hace un acercamiento especial a dos de sus protagonistas, este documental se atiende más como un testimonio colectivo. Las agonías de Luz o Claudia son las mismas que cargan el resto de las mujeres emberás, la única diferencia es que estas, en su calidad de “exiliadas”, han reconocido nuevos atendados perceptibles en el escenario urbano; es decir, fuera de su comunidad natal. A propósito, es que la película también nos perfila a una agresión contra las minorías y, obviamente, un desamparo social que compete aún más a las organizaciones estatales. Es ante esa deficiencia que el documental nos descubre a unas ciudadanas desarraigadas, condenadas a no tener un lugar dentro del territorio colombiano.