Lo que más me llama la
atención en Whiplash (2014) son esos
otros escenarios y personajes fuera del conservatorio de música, los que son
escasos y, además, los pocos que hay serán obstruidos. El director Damien
Chazelle está decidido a agudizar la obsesión de su personaje principal por la
música. Andrew (Miles Teller), baterista empedernido, literalmente parece vivir
en su propio mundo, y cuando existe algo que parece atentar o poner en riesgo su
rutina, él (instantáneamente o a plazo moderado) se revela. Se nota en la escena
durante un convite familiar; en principio dejando ser subestimado por los demás
para luego afilar las garras y defender su honor. Está también en su fugaz
relación con una joven, quien al igual que él es cohibida por el mundo (aunque aquí
claramente vemos la diferencia entre ser cohibido y ser fruto de la misantropía
justificada). La separación será abrupta, fruto de la obstinación personal del
músico. Más adelante, su intento por enmendar las cosas será infructuoso. Él es
un destinado a no fraternizar con lo demás.
Chazelle parece frustrar
todo intento de su protagonista por querer generar apatía con su alrededor. La
misma relación con su padre parece cercana pero a la vez distante. Andrew es
una suerte de antihéroe que genera tanto admiración como disgusto. No hay lugar
para decir que Andrew en su camino se hará de amigos, sino todo lo contrario.
Claro ejemplo estará en su relación con ese otro personaje incorregible. Terence
Fletcher (J. K. Simmons), profesor del conservatorio en donde se instruye
Andrew, de la misma forma que el estudiante será intransigente respecto a los
que atenten contra su usanza. Whiplash
es la historia de dos personajes que se admiraron en secreto pero que las
circunstancias los obligaron a ser contrincantes. Es el aprendiz y el
instructor enfrentados. Cada uno consciente de sus capacidades. Ambos se
convertirán al final en rivales. Fletcher tan tiránico cual instructor militar,
Andrew tan enérgico por su condición de prodigio; serán vehículos impulsados
por su propio orgullo.
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