Luego del valioso testimonio posmemoria representado en Nuestras madres (2019), el director César Díaz alude nuevamente a los efectos generados por las dictaduras militares en Guatemala solo que en esta ocasión acudiendo a ese contexto histórico e inspirándose de sus propias memorias. México 86 (2024) narra la historia de un áspero reencuentro, el de una madre y su hijo, estos separados durante diez años a propósito del compromiso político de la mujer quien lucha contra del gobierno de Guatemala. Un detalle curioso es que gran parte de este relato acontece en territorio mexicano; sin embargo, todo el conflicto gira en torno al país centroamericano y los crímenes de lesa humanidad que vienen acaeciendo en su interior, los que a su vez son desconocidos por las sociedades internacionales. En tanto, esta característica da por hecho lo intimidante que puede ser el alcance de la violencia y el miedo que provoca un sistema dictatorial. María (Bérénice Béjo) es una de las tantas militantes de izquierda vinculadas a un grupo armado que dejó su país al ser reconocida como enemiga del Estado. Entiéndase que dentro de esas circunstancias el encarcelamiento sin derecho a un juicio justo era el destino más piadoso para esas personas. La mujer fuga a México con intención de poner a salvo su vida, algo que no es seguro pues elementos de la dictadura han ido a parar hasta ese extremo de América. Es mediante esa situación que María parece seguir sintiéndose en Guatemala, no solo porque en México también es intimidada, sino porque su activismo no se ha reducido.
sábado, 10 de agosto de 2024
77 Locarno: Mexico 86 (Official Selection)
Pero
ante todo esta es la historia de un vínculo madre e hijo —también expreso en Nuestras
madres—, lazo que está interferido por el vínculo político. México 86
nos descubre el dilema de una mujer que deberá equilibrar su compromiso
maternal y su compromiso político para cuando su hijo de diez años, a quien
dejó recién nacido en Guatemala, se deberá mudar con ella forzosamente. Pienso
en el drama planteado en El edificio de los chilenos (2010), documental
que alude a una situación similar solo que habituado a la dictadura chilena
también entre la década del 70 y los 80. Esta película reúne testimonios de
padres que tuvieron que separarse de sus hijos, quienes fueron a parar a las
llamadas colmenas comunitarias o residencias que acogían a los primogénitos de
perseguidos políticos de izquierda. Era el resultado de toda una organización
que formaba parte de un plan revolucionario que emanciparía a América del
control extranjero. Caso en la película de los chilenos, los padres decidieron
dedicarse por entero a su lucha política y cancelar sus roles paternales. Caso
en la película de Díaz, vemos a una madre esforzándose por no soltar ninguno de
esos compromisos. María se niega a no separarse del niño, pero tampoco desea
romper su activismo. Esto descubre, en cierta perspectiva, un juicio
negligente. Algunos hijos chilenos se sintieron abandonados o relegados por la
causa política de sus padres. El hijo de María, por su parte, observa lo mismo
además de verse expuesto al miedo y violencia que persigue a su madre.
México
86 es una película que descubre a personajes presos
de la persecución. María, su compañero sentimental y su hijo estarán en estado
de alerta. Uno nunca sabe en qué momento podrían ser localizados por la
dictadura guatemalteca que se define como un sabueso rabioso. En ese escenario,
María se preocupa por la seguridad de su hijo. Ella capaz ha reforzado su
sentido de alerta a fin de asegurar la integridad del menor. Ahora, ese
carácter protector contrasta con la idea de no dejar ir al niño a una colmena
comunitaria que implicaría mantenerlo a salvo. Es ese razonamiento ambiguo el
que comienza a cuestionar a su protagonista, así como su pensamiento revolucionario
que se percibe utópico. Posiblemente, la lucha de María sea inútil o desmedida.
¿Valdrá la pena su sacrificio personal? ¿Sigue siendo un plan justo el salvar
al mundo mientras que tu mundo personal se desmorona? Es una interrogante que
también se plantea en El edificio de los chilenos. El hecho es que tanto
esa película como la de César Díaz no se quedan con una respuesta cerrada. Si
bien hay un cuestionamiento al modo en cómo esos perseguidos políticos llevaron
su guerra, no se cancela el valor y aporte humano, social y solidario de esas
personas. Un mensaje importante de México 86 es la idea de que el no
luchar contra la acumulación de injusticias te convierte en cómplice. De ahí
por qué resulta significativo el lugar y el contexto en dónde se desenvuelve la
historia. Tenemos a un estado mexicano a las expectativas de un mundial de
fútbol, pero descuidando asistencias tan vitales como los afectados por el
terremoto del 85.
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